España ez, china bai.

“Mientras persiguen narcotraficantes, parece que ellos se fuman unos cuantos porros”

-Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior-


El lunes de madrugada la Gendarmería francesa detuvo al líder de ETA y a su lugarteniente en un pequeño piso de Cauterets. Según fuentes de la lucha antiterrorista, la policia incautó en la vivienda dos pistolas, dos ordenadores, varios lápices de memoria, mapas de la zona de Biarritz y Anglet (País Vasco francés), 3000 euros, unas gafas, una peluca, una gorra blanca y una gran piedra de costo.

Una gran piedra de costo. 100 gramos de grifa. Mucho chocolate, colega.

Hagamos cálculos. Si 3 gr. es a 5 cigarrillos de hachís, 100 gr. es a... -un segundo que calcule-... sí, es a 166.6 unidades. Redondeando, 166 porros y una chusta. Hay que tener en cuenta, además, que la parejita tenía intención de estar en el apartamento hasta finales de este mes, así que, si suponemos que hubieran consumido el material antes de partir, tenían por delante dos semanas a razón de doce canutos diarios. Se mire como se mire, las conclusiones son nefastas para la organización terrorista y sus allegados:

1) Si ambos gudaris le daban al peta, esto significa que cada uno habría de fumar seis al día. Bueno, a lo mejor, por una cuestión jerárquica, él se atizaría siete y ella cinco. Es lo mismo. Tendríamos a dos terrorista completamente fumados las 24 horas del día. Eso, en mi opinión, no es una cúpula, es un campanote.

2) Otra opción es que sólo consumiese uno de ellos. Doce porros diarios. Ora Txeroki empolado hasta las trancas, cantando menudo el Eusko Gudariak, ora Leire, la paisana que lo acompañaba, soltando humo sin pausa por las orejas y bajando al super de incógnito a comprar bolsas de magdalenas. Ninguno de los dos casos entraría en el manual del buen soldado.

3) Y una última opción: que los máximos mandatarios de ETA estuviesen en un pueblo de los Pirineos puliendo costo, dicho a la pata la llana. Esta es una posibilidad bastante verosímil, si advertimos que Leire actuaba, según la policia, como “correo” de Txeroki. Es decir, él cortaba la pieza en cachitos, envolvíalos en celofán, fijaba el precio y ella salía a menudear por las calles. En este caso, lo que chirría es que no se hayan buscado un sitio con más mercado, Lourdes, por ejemplo, una localidad muy próxima a Cauterets y repleta de gente ávida de visiones.

En definitiva, tres hipótesis muy duras para el Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Qué lejos quedan los buenos tiempos, cuando el chacolí regaba el ardor guerrero de los gudaris. ¡Ay, si Sabino levantara la cabeza...!


Pablo de Llano.